El proceso consiste en una separación por centrifugación por etapas de la grasa láctea y a su vez una inversión de fases cuyo producto en proceso es nuevamente pasteurizado, para luego proceder a una eliminación completa del agua mediante un secado bajo vacío para llegar al producto final. El producto es de composición uniforme, de un color ligeramente amarillo cristalino, con un sabor lácteo característico y un excelente aroma lácteo. Por las características de envasado y del producto mismo, no precisan de refrigeración para su conservación, facilitando la flexibilidad de uso, menor costo de almacenamiento y garantizando 12 meses de vida útil del producto.